Dolores Lacarcel

Cómo cuidar tu piel después de una sesión de Radiofrecuencia

Antes de comenzar con los cuidados de la piel tras una sesión de radiofrecuencia, es importante tener en mente algunas cuestiones acerca de este tratamiento.

¿Qué es la radiofrecuencia?

La radiofrecuencia es una técnica adaptada que se ha adecuado para mejorar nuestra figura y los problemas de la piel. Este tratamiento consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre la piel para atacar a las diferentes capas que esta tiene y mejorarlas. Es un tratamiento no invasivo e indoloro que es capaz de mejorar el colágeno, la circulación, la disolución de grasa, el drenaje linfático…, este tratamiento, como ya hemos dicho antes, no produce ninguna sensación de dolor al paciente. Quizás se pueda sentir quemazón o sensibilidad, pero nunca dolor.

¿Cuáles son sus beneficios y cuánto duran?

Favorece la aparición y reestructuración del colágeno, provocando que el tejido sea más firme y elástico, mejorando la circulación sanguínea. Elimina toxinas y combate el exceso de líquidos que provocan la celulitis, gracias al drenaje linfático. 

La cantidad de sesiones dependerá del estado de la piel. El número de sesiones  dependerá del grado de flacidez y de la zona: normalmente se necesitan entre 4 y 6 en tratamientos faciales y entre 6 y 10 en tratamientos corporales.Los efectos se logran habitualmente a partir del mes de tratamiento y mejoran en los siguientes, aunque esto dependerá del estado del colágeno de cada persona. 

 ¿Cómo es el proceso y cuáles son sus efectos?

El proceso consta de  descargas electromagnéticas mediante un cabezal de tratamiento que se mueve continuamente sobre la zona. La duración del tratamiento depende del punto en el que se encuentre la piel, los brazos suelen durar de unos 25 a 30 minutos, aunque en otras zonas más extensas puede llegar a la hora de duración. 

El efecto inmediato de la aplicación de radiofrecuenciaes la retracción del colágeno, para lograr la reestructuración del colágeno profundo y la formación de nuevas fibras que sustituyan a las ya envejecidas. Proporcionan una mayor elasticidad a los tejidos y se obtiene una piel más tersa reduciendo las arrugas y la flacidez epitelial. 

Tras estas preguntas frecuentes, comenzaremos a hablar sobre los cuidados de la piel una vez aplicado el tratamiento.

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-> Lo bueno de este tratamiento es que no necesita tiempo de recuperación

-> Las primeras horas tras el tratamiento es recomendable huir de las fuentes de calor y del sol

-> Es normal que tras el tratamiento tengas la piel enrojecida, puedes calmarla con alguna crema facial calmante

-> Tras el tratamiento, puedes maquillarte sin ningún tipo de problema

-> Importante mantenerse hidratado, entre 1,5 y 2 litros de agua al día, con una dieta sana y equilibrada

-> Aplicar crema con regularidad para evitar cualquier tipo de resequedad

->Los suplementos de colágeno serán tus mayores aliados para mejorar el resultado final del tratamiento

Es importante que tengas en cuenta que si padeces algunos de estos estados, no podrás realizar este tratamiento:

  • Embarazas o en lactancia
  • Cardiopatías
  • Alteraciones de la coagulación
  • Enfermedades neuromusculares
  • Implantes recientes de colágeno 
  • Tener alguna prótesis metálica
  • Marcapasos 
  • Obesidad mórbida