La radiofrecuencia es una técnica adaptada que se ha adecuado para mejorar nuestra figura y los problemas de la piel. Este tratamiento consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre la piel para atacar a las diferentes capas que esta tiene y mejorarlas.
Índoloro
Elasticidad y firmeza
Drenaje linfático
Favorece la aparición y reestructuración del colágeno, provocando que el tejido sea más firme y elástico, mejorando la circulación sanguínea. Elimina toxinas y combate el exceso de líquidos que provocan la celulitis, gracias al drenaje linfático.
El proceso consta de descargas electromagnéticas mediante un cabezal de tratamiento que se mueve continuamente sobre la zona.
La duración del tratamiento depende del punto en el que se encuentre la piel, los brazos suelen durar de unos 25 a 30 minutos, aunque en otras zonas más extensas puede llegar a la hora de duración.
El efecto inmediato de la aplicación de radiofrecuenciaes la retracción del colágeno, para lograr la reestructuración del colágeno profundo y la formación de nuevas fibras que sustituyan a las ya envejecidas.
Proporcionan una mayor elasticidad a los tejidos y se obtiene una piel más tersa reduciendo las arrugas y la flacidez epitelial.
El número de sesiones dependerá del grado de flacidez y de la zona: normalmente se necesitan entre 4 y 6 en tratamientos faciales y entre 6 y 10 en tratamientos corporales.Los efectos se logran habitualmente a partir del mes de tratamiento y mejoran en los siguientes, aunque esto dependerá del estado del colágeno de cada persona.
Al terminar cada sesión de radiofrecuencia es normal que la piel se enrojezca, pero este se irá muy pronto. Por lo demás, se trata de una técnica muy segura, aunque tiene sus contraindicaciones, por lo que se tienen que abstener personas: embarazas o en lactancia, cardiopatías, alteraciones de la coagulación, enfermedades neuromusculares, implantes recientes de colágeno, tener alguna prótesis metálica, marcapasos u obesidad mórbida.